jueves, 23 de noviembre de 2017

Adolfo Celli - el 'Alemán'


Adolfo Celli en el Parque. Revista Rojinegro, septiembre 1932. Tapa compartida de: Newell's El Museo
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Adolfo Celli nació el 31 de diciembre de 1896 en la ciudad de Santa Fé. Llama la atención que en su libro 'Minuto 91- Fútbol, lo que no se ve', Hipólito Mario Parodi, haya omitido que el alemán siendo un infante colaboró en la fundación del Club Atlético Colón de Santa Fé. Si tan trascendental fue su participación, es sumamente curioso la omisión de este detalle, y más llamativo aún es que Adolfo Celli eligiera precisamente al Club Atlético Newell's Old Boys como su casa, al igual que Atilio Badalini. ¿Hipólito Mario Parodi omitió a drede referenciar estos acontecimientos? No lo sabemos. También es curioso que, hoy, ya no mencionan los cambios de color de la divisa de aquel Club, ni la compra de casacas 'rojinegras' que realizaban en la ciudad de Rosario. Pero bueno, esa es otra discusión.

Adolfo Celli llegó a Newell's en 1917. Provenía del Club Gimnasia y Esgrima Rosario. Por los próximos 50 años siguió ligado al Club, trabajando, dando una mano, elaborando informes futbolísticos y colaborando en lo que hiciera falta.

Adolfo Celli astro del fútbol criollo. Ídolo indiscutido de Newell's Old Boys. Recorte de la "Historia del Fútbol Argentino".
Gran back (sí, Leproso, en aquellos días se jugaba con 2 defensores), temperamental y aguerrido, de buen juego aéreo. La difícil tarea que debía cumplir el alemán era cubrir todo el área, relevando al centrojás, y cubriendo los espacios que dejaba el otro back. Voz autorizada, orden, mando, gran personalidad para no sucumbir ante los embates rivales. Temple para liderar a sus compañeros. Funciones del back derecho en las que Adolfo Celli sobresalía. Poseía una firmeza defensiva envidiable, y traumática para los delanteros que lo padecían.

Adolfo Celli "back argentino, cabecea admirablemente, cerca del arco, un potente tiro alto". Atrás el guardavalla argentino Américo Tesoriere. Foto de la revista "Caras y Caretas", Argentina 1 - Brasil 0, por el Sudamericano 1921.
Llegó al Club junto a su hermano Ernesto Celli. Compartieron filas con los hemranos Libonatti (Julio crack de la 4ta de Newell's y Umberto que llegaría a Newell's en 1920), y Atilio Badalini, grandes potencias del ataque ofensivo. En su segundo torneo en Newell's, obtuvieron la Copa Vila 1918, cortando la efímera moda de Talleres (Argentine Railway) que había ganado las últimas. Curiosamente en 1917 un dirigete de Gimnasia y Esgrima Rosario acusó a los Hermanos Celli y a Atilio Badalini de ser profesionales. Acusación infame que derivó en la inhibición de Ernesto y Badalini por todo el año 1917.

Adolfo Celli se apresta a cabecear el balón. Postal de un amistoso frente a Nacional de Montevideo, 1922. Foto revista Caras y Caretas.
"Rápidamente sus nombres se ganaron el favor y fervor popular, obviamente de la legión newellista en aquel entonces, en que los ídolos no se fabricaban interesadamente, sino que surgían simplemente, por propia gravitación, porque con sus talentos y sus ganas y vergüenza y amor por la divisa, se ubicaban al frente de la sana admiración popular que, como siempre cuando elige a sus ídolos no es equivoca nunca". (1)

Cuando llegó a Newell's ya lo llamaban "Alemán". De pibito solía escaparse al comercio que un teutón tenía cerca de su casa. Cuando los padres preguntaban dónde estaba, la respuesta era siempre la misma: "en lo del alemán". Por herencia de amistad, el sobrenombre quedó adosado eternamente en la vida de quien sería gran crack. Así lo cuenta Roldán.
En la foto "el Alemán" Adolfo Celli junto al árbitro porteño Gerónimo Repossi, previo a un derby en el Parque. Triunfo de Newell's 1 a 0, 18 de junio 1922. Foto Editorial Atlántida.
"El alemán Celli llegó a los 20 años a Newell's. Tenía un físico privilegia­do. Humilde y con estirpe trabaja­dora. Defendía con orgullo y mucho amor la camiseta que llevaba puesta. Todo eso, más el legado de "triunfar sólo triunfar" lo llevaron a conseguir todo lo que se propuso a nivel depor­tivo. Tenía el sentido de pertenencia marcado a fuego. El único tanto que le marcó al rival de toda la vida fue de visitante y en el último minuto de juego para darle el empate sobre la hora. Algo que representa el ciento por ciento a su persona, jamás se dio por vencido en ninguna ocasión". (2)

Adolfo Celli, crack rosarino. Aquí con la casaca del Combinado Rosarino de los 1920. Foto de la revista El Gráfico.
Adolfo Celli cumplió 123 partidos para la Lepra. Conquistó 8 goles y logró 4 títulos. Obtuvo las Copa Vila de 1918, 1921, 1922 y la Copa Ibarguren (título nacional) 1921. Su participación fue fundamental en la Selección Argentina para la obtención del Sudamericano 1921 compartiendo zaga con Florindo Bearzotti. Desde su llegada a Newell's participó en innumerables contiendas de la Selección Rosarina frente a los porteños, uruguayos y combinados internacionales.

Newell's Old Boys 1922, Campeón Copa Ibarguren. Arriba: Alfredo Chabrolín, Isidoro Bourguignon, Alfonso Grenón, Bernardino Nuin, Filedolfo Salcedo y Adolfo Celli. Abajo: Julio Libonatti, Humberto Libonatti, Atilio Badalini, Blas Saruppo y Ernesto Celli.
Disputó su último partido oficial el 2 de octubre de 1924 con la Selección Argentina frente a Uruguay. Un partido que quedó grabado en el vivo recuerdo por muchos años. Escribió Borocotó en septiembre de 1942, cuando el Viejo Estadio de Sportivo Barrcas era demolido y desguazado: "Fuera del resultado, otras razones influyeron para que ese match fuera memorable. En primer lugar, que jugaba aquí por vez primera un team campeón olímpico. Eso ya de por sí hubiera bastado para hacer perdurable el recuerdo. Pero hay detalles importantísimos: en ese match y antes de finalizar el primer tiempo, Adolfo Celli se fracturó una pierna (tibia y peroné). Entró Bidoglio a reemplazarlo y fue el día de su consagración. En ese partido Onzari marcó un gol directo de córner. Días antes se había aceptado internacionalmente que era válido el gol directo de tiro de esquina sin que nadie tocara la pelota. El referee uruguayo Ricardo Vallarino, que dirigió el encuentro, puso aquí en vigencia la modificación mencionada y de ahí viene la denominación de “gol olímpico” al directo de córner. El partido debió jugarse un 28 de septiembre, pero fue tal la afluencia de público que penetró a la cancha limitándola. Por esa circunstancia se suspendió el juego a los pocos minutos y se disputó el lance cuatro días después, colocándose entonces un alambrado entorno al field. Por eso al alambrado que ahora circunda los campos de juego se lo llama “olímpico”. Ya ven cuantas cosas, además de la importancia del partido y el resultado favorable para los nuestros, determinaron que nunca se olvidara ese estadio". (3)

Selección Argentina 1924. Arriba: Calomino Lineman, Vázquez Entrenador, Médice, Tesorieri, Fortunato, Solari, Bearzotti y Adolfo Celli. Abajo: Kanichi Hanai (Masajista histórico de boca juniors); Tarasconi; Ernesto Celli, Sosa, Seoane y Onzari.
"Precisamente, en la vieja cancha de Club Sportivo Barracas de Buenos Aires y en un partido internacional contra los uruguayos, sufrió una gravísima y definitiva lesión que lo borró para siempre de las lides en aquel suceso desgraciado, que le significó su más triste despedida, de broncas y esperanzas. A partir de ese ingrato momento la alfombra vegetal de tantos estadios que empezaron a añorarlo, dejaron de recibir el riego que el sudor generoso del Alemán ofrendaba sin concesiones a partir de su físico privilegiado, el que era impulsado desde muy adentro por la acción inclaudicable de un motor asombroso que en su caso, tenía forma de noble corazón". (4)

pg 442 "Historia del Fútbol Argentino", Repentino cambio en el combinado Nacional. Grave lesión sufre el futbolista Adolfo Celli. Los uruguayos acceden al ingreso de Ludovico Bidoglio.
José Fabrini, Adolfo Celli y Gabino Ballesteros. Cracks de Newell's, clásica postal del Parque en los años 1930. En el viejo espacio de Cultura del Club compartieron esta foto de EDITORIAL ATLÁNTIDA con una leyenda que decía algo así: 'El alemán fue técnico de Fabrini, Fabrini de Griffa y Yudica, Griffa y Yudica de Marcelo Bielsa, Bielsa de Martino..... la Historia continúa....' Foto de la revista El Gráfico
Tapa Revista El Gráfico, 11 octubre 1924, edición #275. Adolfo Celli internado en Buenos Aires tras la fractura producida en un choque con un par uruguayo. Lamentablemente no pudo continuar con la práctica profesional de fútbol. Primer tapa de la célebre publicación dedicada a un futbolista del interior. El alemán seguía siendo jugador de Newell's.
Hacia finales de los 1920 y hasta 1932 Adolfo Celli era representante del Club Atlético Newell's Old Boys en la capital federal, tarea que durante añares realizó Manuel 'Lito' González hasta mediados de la década de 1950. Entre 1933 - 1937 Adolfo Celli se inició como Entrenador del querido Newell's. Obtuvo los títulos 1933-34-35, consiguiendo la gran consagración del Tricampeonato Rosarino enfrentando al clásico rival en la última fecha del Torneo. Pero al Club no llegó únicamente como entrenador, desde esos primeros años de la década de los '30 llevó adelante un ambicioso proyecto de captación y formación de jugadores nunca visto antes en el Interior del país. Precursor fundamental en lo que años más tarde sería el proyecto de Jorge Griffa en Inferiores.

Lámina Newell's Old boys Campeón 1935. Tricampeón Rosarino con Adolfo Celli como entrenador.
Durante 35 años no hubo rincón del territorio nacional donde se disputara fútbol del que el alemán no tuviera un enlace o conocimiento de la situación. Al Club llegaron infindad de cracks de las ligas regionales, muchos de ellos se instalaban en la pensión, otros entrenaban entre los árboles del Parque Independencia y regresaban a sus casas, por ejemplo Jorge Griffa en los años '50 estaba autorizado a viajar en la semana a su casa en Casilda (50 kilómetros de Rosario, pero sin los medios de hoy en día, en aquellos días Griffa corría el tren que lo sacaba de Rosario, hacía dedo en la ruta, viajaba en camiones tapado con una manta, y cuando llegaba a las afueras de Casilda, corría 20 cuadras hasta su casa, siempre con el bolsito al hombro). Escuela, deporte, entrenamiento, Newell's Old Boys, y el sueño concreto 'de llegar'. El Club fue el escalón para triunfar en la Selección y en Buenos Aires. Los baluartes del Interior postergado, una lista de carcks que sería engorrosa de elaborar por omisiones o descuidos, integrada por Eduardo Gómez, Gabino Ballesteros, José Próspero Fabrini, Ángel Perucca, Mario Morosano, Juan Carlos Sobrero, Luis Heredia, Mariano Sánchez, Néstor Gilli, René Pontoni, José Canteli, Juan Ferreyra, Juan Honores, Julio Elías Musimessi, Juan Carlos Colman, Ubaldo Faina, Francisco Lombardo, Elger Alarcón, Ares Kasparián, Orlando Peloso, Roberto Puisegur, Juan Armando Benavídez, Raúl Contini, Raúl Oscar Belén, Roberto Roche, José Yudica, Jorge Griffa, Roberto Puppo, Vladimiro Tarnawsky, Anacleto Peano, Federico Sacchi, Mario Zucca, Alfredo Gironacci..... estos son los cracks que primero vienen a la mente del Fútbol Rosarino que triunfaron en Newell's Old Boys, la Selección Nacional y en los clubes de Buenos Aires. Todos son fruto de la laboriosa tarea de Adolfo Celli. Fundamental en la formación de cada uno de ellos, alimentando el sueño, pregonando su dedicación, repitiendo y gritando sus conceptos una y otra vez hasta que fueran adquiridos.

Newell's Old Boys 1941. Gran Torneo. Adolfo Celli Entrenador, Gabriel Pezzutti Botiquín, Salvador Alonso Masajista
"Gritón, incansablemente gritón. Sus voces de mando llegaban al jugador antes que la pelota, indicándoles qué debía hacer. Y lo hacía. Hace unos pocos años conversando con Pontoni, entrañable e inolvidable amigo y camarada del servicio militar, pero con más valor para la cita, extraordinario jugador y uno de los ídolos eternos de la afición rojinegra, recordando sus mejores años de futbolista entre los que rescataba, con cariño y emoción, los de su paso por nuestro Club, melancólicamente me decía: "Después que dejé Ñuls (San Lorenzo de Almagro, Selección Nacional, Colombia, giras, etc) no había partido, cualesquiera fuera su importancia y en los momentos decisivos que jugaba mi participación e intentaba una jugada personal, que dejara de recordar los gritos al mando del Alemán, machacando en mis oídos aunque su presencia en el recuerdo y en mi interior apareciera fugaz, muy fugaz pero infaltablemente... Y así pasó el tiempo y así lo recuerdo, cerca mío así como era: gritón, terriblemente gritón, desapacible, nervioso y (aquí sonreía y empleando otros términos, agregaba) a veces mal educado, muy mal educado... Pero cuánto sabía el Gordo y cuántas enseñanzas nos dejó a tantos que soñamos con llegar. Estoy seguro que cuando muera, allá, cerca de San Pedro, seguirá en la suya, gesticulando y gritando, siempre gritando... (René también era ocurrente y sutil)". (5)

Dirigió al primer equipo en diversas oportunidades tras el ingreso a los Torneos AFA en 1939. En épocas tranquilas, peleando arriba, y poniendo el lomo cuando la cosa venía fulera. Períodos 1940-43, 1946-47, 1953, 1958, 1961-62 y 1965. Por Torneos de AFA cumplió 260 partidos como Entrenador, sumando el período 1933-37, más las Copas, estamos seguros que supera los 300 partidos. Con esta marca es el Entrenador que más partidos dirigió al querido Newell's.

Tras el buen torneo 1939, Newell's cae un poco en rendimientos. El recambio necesario viene de la mano del alemán. Y no defrauda. Buen torneo 1940, y lo mejor está reservado para 1941. Desde Santa Fé llegan René Pontoni, formidable centre forward de todos los tiempos, y José Canteli, temible goleador del torneo ese año con 30 goles. También llega al Parque Juan Honores, exquisito guardavalla de la Selección Peruana de Fútbol. El debut fue auspicioso, 5 a 1 a san lorenzo en el Parque en la primera fecha, 2 a 1 frente a river en Nuñez, y 3 a 2 en la tercera fecha en el Parque frente a boca. Un equipo que fue creciendo con el correr de la fechas, consolidando en primera división a Juan Carlos Sobrero, un back potente, peleador con temple para soportar los embates contrarios. A su lado el potencial de Néstor Gilli funcionaba de maravillas. Y en el medio, el gran Ángel Perucca demostraba en cada partido el poder en su marca, la inteligencia en el juego asociado con los de arriba, y la simpleza de trasladar el balón con el semblante levantado, como si lo llevara atado en sus pies.

Newell's Old Boys 1940. Adolfo Celli Entrenador, Salvador Alonso Masajista. Lámina compartida de: Newell's El Museo
Por aquellos días, los horribles arbitrajes localistas exterminaban toda ilusión para con los equipos fuera del círculo favorito-comercial de buenos aires, más aún estando fuera del radio de los "60 kilómetros", así todo Newell's no se achicó y dio pelea, en todas las canchas y haciendo que el viaje a Rosario fuera una penuria para los rivales. En la fecha 13 obtuvo el triunfo de visitante en el clásico de la ciudad por 1 a 0 con gol de René Pontoni. En la 2da rueda, el 12 de octubre por la fecha 28, le propinó un rotundo 5 a 0 que condenó a esa escuadra al descenso de categoría. Ese día a Canteli le anularon 2 goles, Mario Morosano clavó uno de sus 3 goles con la mano, y Newell's selló la máxima goleada desde el ingreso a AFA. Gran 3er puesto para Newell's en el Torneo 1941.

Adolfo Celli y Florindo Bearzotti junto al busto de don Isaac Newell, 1941. Foto compartida por la Asociación Rosarina de Fútbol.
En 1942 el Newell's de Adolfo Celli siguió sorprendiendo a los reporteros porteños que creyeron que los triunfos eran pasajeros. Este año los jugadores Leprosos comenzaron a ser costumbre en el 11 titular del combinado Nacional (cabe remarcar que debido al conflicto bélico, no se realizaron mundiales desde 1938 hasta 1950). El favoritismo arbitral volvió a aguar los intentos de Newell's, eran llamativos y a falta de transmisiones como se acostumbra hoy en día, los groseros fallos quedaban en la anécdota de algún memorioso, o en un pequeño destacado periodístico.

En el verano de 1943, previo al inicio del Torneo, Newell's Old Boys fue convocado a disputar una nueva edición del Torneo Internacional Nocturno, La Copa de Oro o Torneo de los Grandes, donde pudo demostrar todo su potencial y poderío de aquellos días. Debut y derrota frente a Independiente el 16 de enero. La segunda fecha debía jugarse en Buenos Aires el 28, pero debido al fuerte temporal y lluvias, el partido se postergó hasta el 4 de febrero. El 30 de enero Newell's recibe en el Parque a Nacional de Uruguay, y le propina una goleada 4 a 0, con un gol de Mario Morosano y los 3 restantes de René Pontoni. Inyección anímica para disputar el adeudado de la segunda fecha frente a Racing Club. El 4 de febrero en el viejo estadio de San Lorenzo, Newell's Old Boys tras ir perdiendo 2 a 1 en el primer tiempo, aprovechó un ráfaga letal y lo dio vuelta 5 a 3 en el complemento. La cuarta fecha se disputó el 6 de febrero frente a Huracán en Parque Patricios. Con 2 goles de Pontoni y otro de Cámer, Newell's logró el 3er triunfo, esta vez por 3 a 1. Acomodado en la vanguardia de las posiciones, la 5ta fecha era una prueba difícil en el Parque frente a Boca Juniors. Con el clásico circo de operadores, arribó la escuadra porteña a Rosario. Gran partido de la Lepra, no tan lucido como los que venía teniendo en el certamen internacional, pero importante desde el resultado para fortalecerse arriba de la tabla. Tras un primer tiempo parejo, que culminó 1 a 1 con gol de Ferreyra, en el segundo la diferencia fue mínima, y hacia el final del encuentro, José Canteli logró el gol de la victoria. La 6ta fecha Newell's la disputó en el Estadio Centenario de Montevideo frente a Peñarol. 

Newell's Old Boys 1943. 21 de febrero OVACIONADO en Uruguay. 3 a 3 frente a Peñarol. Arriba: Masajista, Gilli, Sobrero, José Pedro Azzurro (arquero suplente), Reynoso, Carlucci y Perucca. Abajo: Cámer, Scliar, Pontoni, Fiore y Ferreyra. Faltan en la foto Juan Honores y Adolfo Celli. Foto de la revista El Gráfico
El 21 de febrero se disputó uno de esos encuentros en que los aficionados vibran con el deleite del espectáculo deportivo y la lluvia de goles. Gran encuentro del Newell's Old Boys de Adolfo Celli, que registra para los anales del Fútbol Rosarino, uno de los mejores exponentes de clase, vigor, virtud y predisposición al deporte. No olvidemos la hostilidad característica de los enfrentamientos de fútbol rioplantense. Ese día en el Centenario la Lepra salió a la cancha con: Honores; Gilli y Sobrero; Carlucci, Reynoso y Perucca; Cámer, Scliar, Pontoni, Humberto Fiore y Ferreyra. A pesar del recambio en el quinteto ofensivo Newell's conseguía consolidarse partido tras partido, soltando sus líneas y desplegando un fútbol de alto vuelo que arrancaba desde la solvencia del quite en el fondo, pasaba por la sapencia de Perucca en el medio, y con Pontoni arriba en el área rival, los contrarios comenzaban a temblar. En los primeros minutos del encuentro desde los 4 costados del Estadio comenzaron a escucharse aplausos de aprobación al formidable equipo rosarino. Llegando a los 15 minutos los aficionados uruguayos ya habían ovacionado, en gesto aprobación al fútbol practicado por los visitantes, en reiteradas ocasiones al conjunto de Newell's. A los 33' Ferreyra anota el primer tanto, y a los 44', Pontoni sella el 2 a 0. El segundo tiempo reservaba las típicas emociones en esta clase de gestas. Peñarol fue llevando el partido hacia el área rival y a los 56' logra empatar 2 a 2. Tras una buena combinación Lihzterman a los 81' alcanza el 3 a 2 para el local. Impensado en el primer tiempo. Pero Newell's no cayó, y faltando 5 minutos para el final, tras un remate de Cámer que dio en el travesaño, Pontoni alcanza empujarla a la red. 3 a 3.

El 28 de febrero Newell's viaja a Buenos Aires a disputar su último encuentro del certamen frente a San Lorenzo en cancha de Chacarita Juniors. Al minuto Cámer y a los 50' Morosano anotaron los  goles leprosos para el  triunfo 2 a 1. A la salida los aficionados newellistas eufóricos por el triunfo salieron en caravana haciendo sonar bocinas, las cornetas de los camiones y gritos ensordecedores. Cuestión que debe haber alterado los ánimos de los locales que comenzaron a apedrear a los móviles y continuaron arremetiendo contra el escuadrón que los frenó a tiempo. 2 días más tarde el triunfo de Independiente frente a Boca Juniors estableció a Newell's Old Boys Campeón Internacional de la Copa de Oro 1943, el Torneo de los Grandes.

El Torneo 1943 no fue de los mejores. Altibajos en los resultados, sumado al bajón en algunos jugadores, lo alejaron de los primeros puestos de la tabla.  En abril de 1944 Adolfo Celli renuncia a la primera, y continuaría su trabajo en las Inferiores Leprosas. Es reemplazado por otra Gloria de Newell's, Alfonso Grenón, y en junio se sumaría a la dirección técnica la Gloria Internacional de Paraguay, Manuel Fleitas Solich.

En 1945 la Cuarta Especial en Rosarina se consagra con pibes que comenzaban a asomar. Uno de ellos, 'la garra de Saladillo', Ubaldo Faina. Faina llegó al Club de la mano del alemán y fue convirtiéndose en uno de los grandes exponentes del proyecto Celli en Newell's Old Boys. Un centre half envidiable para defender, temible en el ataque, aguerrido para jugar en la línea defensiva, y de gran distribución en los inicios de los ataques. El tiempo le tendría reservado grandes momentos vividos con la Gloriosa casaca de Newell's Old Boys, y establecería un gran idilio con la afición leprosa, que extrañaba horrores cuando Faina se ausentaba. Y que quede claro, reemplazar a una Gloria y Crack del Fútbol como Ángel Perucca esta reservado para los Grandes, y a Faina no le temblaron las piernas ni se apichonó. Y ahí está el secreto del trabajo formativo de Adolfo Celli.

Newell's Old Boys Tercera División Campeona de AFA 1946. Finales frente a River Plate. Parados: Molinari, ¿Lattini?, Feliciani, Kasparián, Faina, Gutiérrez, Salvador Alonso (Masajista) y Adolfo Celli (Entrenador). Sentados: Giosa, Gabriel, Alarcón, Toledo, Moyano y Chapita Marassi (Auxiliar). Foto de: Newell's El Museo
En los años 1980 Elger Poelo Alarcón, oriundo del Chaco, dedicó un sentido pasaje al alemán en su libro: "Hasta los 16 años sólo había sido una promesa como defensor, y la visión de éste hombre, me convirtió en lo que sería toda mi vida, y para lo que realmente estaba capacitado, un eficaz goleador. En 1945 llegué a Newell's Old Boys de Rosario, a practicar en su 3ra división, que en esos tiempos jugaban de preliminar de las primeras y que estaban integradas por jugadores de hasta 20 años como límite de edad. Eran verdaderos 'semilleros' de cracks, porque la mayoría pasaban de allí directamente a la primera. En esa división y en Newell's, estaba como entrenador, director técnico, padre, dueño y amo y señor, el querido, temido y recordado 'Alemán' Adolfo Celli quién  de joven había sido eficaz zaguero 'rojinegro' y en un partido internacional sufrió la fractura de una pierna, lo que lo alejó de la práctica activa, pero no de las canchas y el fútbol. Siguió ligado por el resto de su vida al club del Parque Independencia, donde formó equipos campeones y muchos jugadores, entre los cuales tuve la suerte de contarme. El 'alemán' era tan fanático, que una vez que se cortó la palma de la mano accidentalmente con un trozo de vidrio y mientras estábamos en los vestuarios, listos para salir a jugar vimos que la sangre que le brotaba de la herida era de dos colores, negra del lado izquierdo y roja de la derecha (je, je, je). Él me enseñó la mejor forma de colocarme en el área para recibir los centros y pases de mis compañeros. Aprovechar mi velocidad natural, porque yo jugaba a 60 kilómetros por hora - en una época en que todos jugaban a 40 -, y tocar de primera porque yo no era hábil en el manejo y traslado del balón. El 'alemán' me dio todas las herramientas para ser un buen goleador, porque me quería y yo también a él, creo que era el único que no le tenía temor". (6)

"Dos glorias del fútbol rioplatense que se encuentran años después: Adolfo Celli , back rosarino, y Pedro Cea, insider uruguayo. Se recuerda que en una jugada desafortunada y casual, el uruguayo provocó la fractura de una pierna de nuestro gran zaguero internacional. Fué en 1924". Gran aporte de la enciclopedia 'Historia del Fútbol Argentino'.
Para el torneo 1946, Adolfo Celli vuelve a hacerse cargo de la primera división. Pero también comandaba el gran equipo de Tercera División en el preliminar. Los altibajos de la primera lo dejaron en mitad de tabla, costaba hacer pie fuera de Rosario, y los reemplazos del quinteto ofensivo no rendían como era esperado (y claro, tenían la sencilla tarea de reemplazar a Pontoni, Morosano y Canteli). Pero comenzaron a asomar pibes de la Tercera en el primer equipo, Elger Alarcón y Ramón Moyano fueron peleando por un lugar. En la fecha 25 del Torneo 1946 sucedió un hecho insólito en el Estadio del Parque cuando el árbitro Cossio anuló el tercer gol de Newell's luego de ir perdiendo 2 a 0. En la bataola de reclamos contra el juez, los jugadores de San Lorenzo apuraron la salida y de ahí surgió el 3ro de la visita. Los ánimos en las tribunas se desesperaron y la afición newellista comenzó a invadir el campo de juego, algunos jugadores de San Lorenzo recibieron golpes y fueron increpados por el tumulto enfurecido. Fue Ángel Perucca, un tipo respetado por todos, quien con su humanidad protegió a sus colegas y propinó algunas trompadas a los alterados aficionados. El árbitro Cossio logró escapar del Estadio por un hueco que lo llevaba al Parque Independencia, pero la turba lo alcanzó, y cuando lo golpeaban exageradamente, se ecuchó de entre el tumulto: 'a colgarlo'. Cuentan que llegó a verse un cinto pendiendo de uno de los árboles del Parque. Casualmente 3 conscriptos pasaban por el lugar y resguardaron la integridad del juez, que fue conducido al Hospital Británico de Rosario, en el que permaneció internado unos días. El Tribunal de Disciplina reconoció la honorable actitud del jugador Ángel Perucca, que ese día no jugó y se encontraba en el campo como Auxiliar de la primera de Newell's.

En cuanto al Torneo de Tercera División, el Newell's Old Boys de Adolfo Celli alcanzó la instancia final a disputarse contra el poderoso River Plate. El primer encuentro se dsiputó el 29 de diciembre de 1946 en cancha del clásico rival en Rosario. Newell's salió a la cancha con Feliciani; Molinari y Kasparián; Lattini, Faina y Gutiérrez; Giosa, Gabriel, Alarcón, Toledo y Moyano. Partidazo de la Lepra que con dos goles de Alarcón y otro de Moyano propinó un contundente 3 a 0.
La segunda final se jugó el 9 de enero de 1947 en el viejo estadio de San Lorenzo. La Lepra presentó al mismo 11 titular. En un partido parejo que terminó 0 a 0, fueron a suplementario. A los 3 minutos river convirtió el único gol.
La tercer final se disputó el 30 de enero de 1947 esta vez en cancha de Independiente. Newell's salió al campo con los mismos once, salvo el obligado cambio de Pogliani por Moyano, porque había sido expulsado en el encuentro anterior. En un nuevo encuentro reñido, a los 30 minutos del primer tiempo, Elger Alarcón convirtió el único tanto. Le hizo pasar la pelota por encima de la cabeza al arquero Carrizo (la futura Gloria de la portería de Núñez) y gran figura del encuentro. Alarcón terminó siendo el goleador del Campeonato de Tercera División 1946 con 29 goles.

Tercera División Newell's Old Boys 1946, CAMPEÓN, previo a la última final frente a River Plate. Arriba: Molinari, Lattini, Feliciani, Kasparián, Faina, Gutiérrez y Chapita Marassi (Auxiliar). Abajo: Giosa, Gabriel, Alarcón, Toledo y Pogliani. Ramón Moyano no jugó por estar expulsado. Entrenador: ADOLFO CELLI. Foto de: Newell's El Museo
"Si habrá sido importante el gol que cuando volvimos a Rosario, en tren, nos esperaban en Rosario Norte miles de personas. Cuando bajé me levantaron en andas y me llevaron así hasta la vieja secretaría de Newell's, en calle San Lorenzo al 1000", agregó el delantero Elger Alarcón, que poco después debutaría en primera. (7)

El 27 de abril 1947, tras la 3ra fecha del Torneo, Adolfo Celli renuncia a la primera división.En su reemplazo asume interinamente Isidoro Bourguignon, ex compañero del alemán en el primer equipo de Newell's en los años 1920. El 30 de mayo llegó a Rosario el entrenador escocés William Raeside, y el 3 de junio se hiso cargo del primer equipo.

En 1953 tras uno de los peores arranques de Torneo, Adolfo Celli vuelve a hacerse cargo de la primera división para zafar del descenso. En la última fecha lo logra, y evita la pérdida de categoría por goal average (promedio de gol con Estudiantes de La Plata). En 1958 vuelve a tomar las riendas del equipo también para pelear por no descender, y lo vuelve a lograr.

Pero en 1960 se produce el único descenso de categoría de Newell's Old Boys, tras una pésima 2da rueda de Campeonato. En 1961 José Curti asumió como entrenador con el objetivo primordial de retornar a la primera división. Las incorporaciones brasileñas del medio hacia arriba le dieron aire al equipo para soportar un torneo muy reñido con la costumbre del 'todos atrás'. Así y todo, promediando el Torneo de Ascenso 1961, Newell's estaba ahí, pero no liderándolo. Quién había invertido una fortuna era el quilmes Athletic Club, que contaba con el poder de la cervecería a favor en los despachos de Viamonte al 1300. 

"LA CAMPAÑA DE... TAREA CUMPLIDA". Newell's Old boys 1961 en el Parque. De izquierda a derecha: Adolfo Celli (Entrenador), Sanguinetto, Gironacci, Amaya, Ambrosich, Solari, Di Santo, Diogo, Eduardo, Zucca, Ponce, Conceicao, Belángero y El Profe Rodolfo Más.Foto compartida de: Pionero del Fútbol
En septiembre/octubre de 1961 arriba al país el Santos de Pelé, y dispone un partido a jugarse en Rosario en el Parque frente a Newell's Old Boys. El domingo 1° de octubre, Adolfo Celli salió como entrenador de la Lepra. Gran fiesta de Fútbol, y empate 1 a 1. Diez días más tarde y en medio del Torneo, el alemán se hace cargo del primer equipo con el ferviente objetivo de conseguir el ansiado ascenso. Tarea difícil, pero que Celli aceptó para jugarse el propio cuero antes que resignarse a claudicar sin intentarlo. ¡Soberbia reacción del equipo! En 9 partidos obtuvo 8 triunfos, incluido el baile 3 a 0 al mismísimo líder del Torneo, quilmes Athletic Club. En la última fecha, Newell's le ganó 2 a 0 a Deportivo Morón, y Nueva Chicago doblegó a quilmes. Con estos resultados Newell's pasaba a los cerveceros por un punto y se consagraba Campeón, obteniendo el legítimo ascenso a primera división. 

Newell's Old Boys 1961. Arriba: Sanguinetto, Gironacci, Amaya, Ambrosich, Di Santo, Ponce, Roberto Belángero, Adolfo Celli (Entrenador), y el Profe Rodolfo Más. Abajo: Eduardo, Solari, Diogo, Zucca y Conceicao.
En febrero de 1962 comenzaron los rumores y las reuniones secretas del comité de AFA. En menos de 20 días desde el Tribunal de penas de la AFA se consumó la injusticia más grande en la Historia del Fútbol Argentino. Con declaraciones fundadas en sospechas, con testigos dudosos, y sin la confirmación de lo sucedido, desde AFA le quitaron el ascenso a Newell's, le descontaron 10 puntos, y consideraron Campeón a quilmes Athletic Club. La causa fue 'supuesta' incentivación a jugadores de Excursionistas, cuando el plantel de ese Club declaró que la única vez que recibieron dinero fue precisamente luego de haberle ganado a Newell's Old Boys.

Tras unos escasos partidos en 1962, el alemán decidió dar un paso al costado, y continuar colaborando con los infinitos informes de jugadores de todo el país que llegaban a las oficinas del Club del Parque. En 1963 tiene un paso como entrenador de Central Córdoba de Rosario.

También en 1963 el ex entrenador José Curti obtuvo respuestas favorables a sus acciones legales iniciadas contra la AFA (en 1962 lo habían suspendido para dirigir por 3 años). El inminente resultado favorable para con el Club Atlético Newell's Old Boys, que también había iniciado acciones legales contra la AFA por la 'supuesta' incentivación jamás comprobada, hiso recular a la AFA. A inicios de 1964, antes de ser derrotada en los tribunales, la AFA se retracta. Solicita al Club Atlético Newell's Old Boys que retire los cargos en su contra, y a cambio de no volver a realizar el mismo reclamo, la AFA devuelve el ascenso que Newell's había conseguido en cancha en el 61. De esta manera se da por concluido el largo litigio del Club contra la entidad madre del Fútbol Argentino, que en una operación injusta y desmedida, se volcó en contra de los clubes de fuera del círculo de los '60 kilómetros'. En marzo de 1964 queda cerrado 'El Caso Newell's'.

Newell's Old Boys 1965. Arriba: Gironacci, De los Santos, Nemiña, Ramírez, Scoppa y Aguirre. Abajo: Vargas, Zucca, Jao Cardoso, Ferrero y "la Bruja" Belén. ADOLFO CELLI Entrenador, en dupla con Zof. Foto de: Newell's El Museo
En 1965 a Newell's le venía el difícil compromiso de remontar los malos resultados del año anterior. Con un pie en Brasil, Raúl Oscar 'la Bruja' Belén recibe un llamado casi de madrugada. Era Hipólito Mario Parodi en representación del querido Newell's Old Boys... entre augurios, y despedidas, la pregunta quedó flotando en el aire, "¿Y si te retirás en Newell's? Pensalo". La Bruja esa noche no pudo dormir. Temprano a la mañana estaba en la ruta camino a Rosario para sellar su regreso al Club del Parque. En la fecha 9 del Torneo AFA 65 Newell's ganó 1 a 0 frente al clásico rival. El triunfo significó la salida de Geronimo Diaz como Entrenador. En la fecha siguiente frente Estudiantes en La Plata, Raúl Belén, 'la Bruja', salió al campo como número 10 y Entrenador a la vez. 

En la fecha 11 el incansable alemán Adolfo Celli, vuelve a hacerse cargo del primer equipo de Newell's Old Boys. Estuvo hasta la fecha 30 cuando se despidió de la dirección técnica, teniendo la tranquilidad junto con la Bruja Belén de haber cumplido nuevamente con Newell's. Este paso por la primera del Club en 1965 contó con el curioso detalle de compartir dupla con Zof. Un ex jugador, inexperto en la dirigencia técnica, que se colgaba de los árboles del Parque en la añorada Tribuna Verde en los '40 para ver los bailes de René Pontoni en Newell's, y en los '60 arribó a Newell's para iniciarse como entrenador, y aprender de los Grandes. 

Evidentemente eran otros tiempos, y es inútil analizar el pasado con los prejuicios del presente. Sin dudas hoy sería inaceptable, pero demuestra el orgullo deportivo de los queridos maestros del viejo Newell's Old Boys. Caso único en Argentina de un Club aún vigente en Primera División que nace siendo Escuela allá por 1903. Se funda en 1884 con Isaac Newell en aquel sueño educativo y deportivo que fue el Colegio Comercial Anglo Argentino. Y que desde la institucionalización del querido Club Atlético Newell's Old Boys ha contado con Maestros a lo largo de todos estos años. Y para dejarlo escrito, Adolfo Celli no trabajaba solo. Junto a él pasaron infinidad de compañeros Entrenadores, Profes, Masajistas, Kinesiólogos, Médicos, Auxiliares; y sin un mango como es la realidad de cualquier Escuela en Argentina, pero que la nuestra es el querido Newell's Old Boys, han dejado la vida y la infinidad de enseñanzas para todos los que sueñan con 'llegar'. 

Adolfo Celli, el querido 'alemán', llegó a cobrar cuotas en la Administración del Club cuando los tiempos apremiaban, siguió elaborando informes y presentando carpetas en las oficinas del Club hasta que su corazón dijo basta, "acaso en el ámbito de nuestro Parque Independencia los mil duendes escondidos testigos de tantas tardes de gloria, de sus glorias, al escaparse asombrados habrán pronunciado su nombre, repiqueteando una inesperada congoja para campanas doblando nerviosas y melancólicas pergeñando el concierto para ese adiós que no sabe de retorno...

...Como yo pronuncio tu nombre querido Alemán, en los momentos apacibles en que acostumbro a recorrer feliz y nostalgioso todos sus rincones buscando detalles, colores y hasta olores que ya no están ni se advierten más. Y en ellos te siento y te presiento y hasta me parece escuchar tu voz que se pierde en el rumor que frasea el viento en las palmeras y eucaliptos del parque que nos identifica... aquella tu inconfundible voz ronquísima de ogro manso, inofensivo, que vuelve a golpearnos el corazón transitando los recuerdos, a todos aquellos que compartimos contigo esta querida "Casa grande" que es nuestro estadio... esta casa grande que era tuya, totalmente tuya por derecho afectivo y aún sigue siéndolo". (8)

En un acto de justicia Leprosa, desde el día 12 de octubre de 1968, el Salón debajo de la Tribuna del Palomar, hoy utilizado por el Departamento de Cultura, lleva el nombre "ADOLFO CELLI". Espacio dedicado a la Honra y Gloria de tantos Lepras que con su esfuerzo y trabajo aportaron al crecimiento de la querida Institución. Espacio donde todas las voces Leprosas pueden expresarse y difundir sus obras. Espacio donde no deben olvidarse las raíces de la Escuela de Isaac, cimiento fundamental del querido Newell's Old Boys, sueño de los ex alumnos y socios fundadores del Club.

Salón de Cultura 'ADOLFO CELLI' en las instalaciones del Club Atlético Newell's Old Boys en el Parque Independencia. Foto tomada por quien escribe durante la última visita al Club, septiembre 2018.
SALUD ALEMÁN - NEWELL'S OLD BOYS NO TE OLVIDA - QUE TUS AÑOS DEDICADOS A NUESTRA QUERIDA INSTITUCIÓN NO HAYAN SIDO EN VANO DEPENDE DE TODOS LOS LEPROSOS - DE PIE SEÑORES


** El presente informe/reseña/entrada, o como quieran llamarlo, no hubiera sido posible sin el trabajo de infinidad de Lepras que a través de publicaciones, blogs, sitios, programas radiales, añoranzas, comentarios, aliento, inspiran día a día seguir creciendo, y sobre todo difunden material, recuerdos, enseñanzas, y vivencias de esta pasión llamada Newell's Old Boys. ¡Gracias!


(1) Texto de "Minuto 91 - Fútbol, lo que no se ve", Hipólito Mario Parodi, 1987
(2) Texto de la revista 'Epidemia Leprosa', edición 7, Agosto 2014
(3) Texto de la revista 'El Gráfico', edición 1210, 18 septiembre 1942
(4) Texto de "Minuto 91 - Fútbol, lo que no se ve", Hipólito Mario Parodi, 1987
(5) Texto de "Minuto 91 - Fútbol, lo que no se ve", Hipólito Mario Parodi, 1987
(6) Texto de "Fútbol, yo te agradezco", Elger Poelo Alarcón, 1989
(7) Texto de "Elger Alarcón, el oportunista leproso del área", archivo Diario La Capital online
(8) Texto de "Minuto 91 - Fútbol, lo que no se ve", Hipólito Mario Parodi, 1987

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