martes, 30 de enero de 2018

Caracciolo González


El Sr. Caracciolo González, capitán del team. Newell's Old Boys 1910.
Ex alumno de la escuela de Isaac, Socio fundador del Club Atlético Newell's Old Boys. Integrante de los primeros equipos. Campeón del Club. Disputó junto a sus hermanos Manuel y Faustino infindad de partidos oficiales, amistosos, y encuentros internacionales. Los 3 hermanos "cumplieron el sueño de disputar 8 clásicos frente a talleres o argentine railway obteniendo 7 triunfos". Gran temperamento dentro del field que lo llevó a ser capitán del primer equipo por muchos años.

En los albores del fútbol constituido fue un gran baluarte del llamado, tiempo después, "fútbol total". Erróneamente (o digamos intencionalmente, el discurso unitario se basa en eliminar y enterrar cualquier sombra proveniente del Interior que opaque su relato) vinculado a los años 1930 en figuras porteñas como puede ser Antonio Sastre. Caracciolo era un potente forward, como también un gran back, o un centre half aguerrido con marca y toque, cuando encontremos registros de que haya atajado, lo publicaremos para completar este breve extracto de una Gloria del querido Newell's Old Boys.

Newell's Old Boys 1909. Primer encuentro disputado fuera del país. Triunfo 2 a 1 frente a Nacional en Montevideo. Arriba: J. Hoddinott, Tomás Hamblin, Armando Ginocchio, Stanley Mc Master, Martín Redín y Rafael Bordabehere. Abajo: Manuel Paulino González, Emilio Oscar Sparn, Faustino González, Caracciolo González y José Viale.
Participó en el primer partido disputado por el Club en Buenos Aires (1907) frente a Estudiantes, triunfo 4 a 3. Participó también en el primer partido disputado por el Club fuera del país (1909) triunfo 2 a 1 frente a Nacional de Montevideo. Campeón Nacional de la Copa de Honor 1911. Y multicampeón Rosarino en las Copas Pinasco y Vila.

Cuadro del querido Newell's Old Boys 1911. Postal previa a las semifinales de la Copa de Honor 1911, 8 de septiembre en el Parque frente a San Isidro. Triunfo newellista 1 a 0 con gol de Lito González. Arriba: Martín Redín, Tomás Hamblin, José Hiriart, Caracciolo González, Rafael Bordabehere y Antonio Torelli. Abajo: Manuel Lito González, Faustino González, José Viale y Hugo Mallet. Falta C. Hollamby.
SALUD FAMILIA GONZÁLEZ, SALUD SOCIOS FUNDADORES. CARACCIOLO PRESENTE - SIEMPRE GUIANDO LOS PASOS DE NEWELL'S OLD BOYS

Newell's Old Boys 1910. Eleven que le ganó al Argentine Railway en agosto. ¿3 a 0 ó 4 a 2? Las revistas de la época marcan un 4 a 2. Libros posteriores como el de Cipriano Roldán y Juan Dellacasa hablan de un 3 a 0. Arriba: Martín Redín, Antonio Torelli, Stanley Mc Master, Armando Ginocchio, J. Hoddinott y Rafael Bordabehere. Abajo: Hugo Mallet, Manuel Lito González, Faustino González, Caracciolo González y José Viale.

miércoles, 24 de enero de 2018

5 a 0 Y TE FUÍSTE A LA 'B'


Newell's Old Boys 1941. 12 octubre, Fecha 28: 5 a 0 en el clásico jugado en el Parque. Arriba: Sobrero, Honores, Reynoso, Cardona, Pellegrini, Salvador Alonso (Masajista) y Ángel Perucca. Abajo: Gayol, Canteli, Pontoni, Morosano y Ferreyra.
La temporada del Fútbol de A.F.A. en el año 1941 comenzó el 30 de marzo. Los equipos comenzaron una nueva disputa por acceder a los primeros puestos. El Newell’s Old Boys de Adolfo Celli sorprendería con algunas incorporaciones que le dieron el toque de clase y calidad que la Lepra necesitaba para instalarse definitivamente en el Torneo de Primera División. Tras varios años en la portería Leprosa, el cordobés Luis Heredia fue cedido a San Lorenzo. En su lugar llegó el peruano Juan Honores. El chueco era un formidable guardavalla que hacía simple lo difícil, sin gestos ampulosos ni saltos espectaculares. Brilló en la Selección de Perú que obtuvo el Sudamericano 1939. Vale recordar que por aquellos días la Liga Peruana de Fútbol aún era amateur.

Pero el plato fuerte estaba reservado para fortalecer el quinteto ofensivo. Desde la ciudad de Santa Fé llegaron a Newell’s René Pontoni y José Canteli. Los dos provenían de Gimnasia y Esgrima de Santa Fé. Brillaban en la Liga, y también en el combinado provincial. A fines de 1940 los porteños los vieron en acción y lo abordaron a Celli. Le preguntaron cómo lo veía a Pontoni. El alemán, sabio y pícaro, contestó que lo veía lento y que su físico no soportaría las exigencias de la primera división. Cuando los porteños se dieron cuenta de la calidad de los delanteros santafesinos, ya habían convertido 51 goles en Newell’s durante el Torneo de 1941, Canteli siendo goleador con 31 goles. Adolfo Celli no era un improvisado en esto del Fútbol.

Pero no todo era agradable en el ambiente futbolístico. “Nuevamente el soborno salpicó al fútbol y otra vez fue Banfield el club castigado por una práctica que parecía consustanciada con sus dirigentes. Esta vez la pena aplicada fue severa, al castigarse al club con la pérdida de 16 puntos, que parecía condenado al descenso” (1). Únicamente un milagro, o la actuación paupérrima de algún otro cuadro, podía salvar al taladro.

El debut de Newell’s fue auspicioso, 5 a 1 a San Lorenzo en el Parque en la primera fecha, 2 a 1 frente a River en Núñez, y 3 a 2 en la tercera fecha en el Parque frente a Boca. Un equipo que fue creciendo con el correr de la fechas, consolidando en primera división a Juan Carlos Sobrero, un back potente, peleador con temple para soportar los embates contrarios. A su lado el potencial de Néstor Gilli funcionaba de maravillas. Y en el medio, el gran Ángel Perucca, demostraba en cada partido el poder en su marca, la inteligencia en el juego asociado con los de arriba, y la simpleza de trasladar el balón con el semblante levantado, como si lo llevara atado en sus pies.

Por aquellos días, los horribles arbitrajes localistas exterminaban toda ilusión para con los equipos fuera del círculo favorito-comercial de Buenos Aires, más aún estando fuera del radio de los “60 kilómetros”. Así todo, Newell’s no se achicó y dio pelea en todas las canchas, y haciendo que el viaje a Rosario fuera una penuria para los rivales. En la fecha 13 obtuvo el triunfo de visitante en el clásico de la Ciudad por 1 a 0 con gol de René Pontoni.

En la 2da rueda Newell’s siguió su paso arrollador. Llegó a la fecha 28 en un momento inmejorable. En la vida del fútbol del otro lado de la Ciudad, las semanas eran una pesadilla eterna. El clásico venía en el peor momento. Banfield encontró en el club de Arroyito su luz de esperanza para continuar en primera división. Para muchos instaladores de opinión, operadores los llamamos desde este espacio, aquél clásico era motivo para sospechar del Club Atlético Newell’s Old Boys (como hoy, como ayer, como siempre, ¿hasta cuándo?). Estos personajes instalaron un sentimiento Rosarino en peligro. El círculo mayor del Fútbol Rosarino pedía a gritos “¡socorro!”. El honor de la Ciudad estaba en riesgo si tal Club llegaba a descender. ¿Sería Newell’s capaz de tomar actitudes anti deportivas para salvar a otro Club? Palabras más, palabras menos, este era el ardid que sobrevolaba el Parque aquellos días de octubre, hace 77 años. Instigados los locales por los operadores unitarios de Buenos Aires, el ambiente se enrareció para desviar el foco de atención. Nadie habló entonces de la brillante campaña del cuadro de Adolfo Celli, ni de la paupérrima actuación del Club al que había que salvar, ayudar.

El señor Pascual de la revista El Gráfico sembrando dudas y especulando en base a rumores. 5 a 0 lapidario.
Extraordinaria tarde en el Parque aquél 12 de octubre. Los cuadros rosarinos salieron al campo con un Estadio del Parque colmado de aficionados Leprosos que no querían perder la oportunidad de disfrutar una colosal jornada junto a uno de los mejores once de la Historia de Newell’s. Gran recuerdo para nuestros tíos, abuelos, y viejos amigos de Newell’s que aún llevan en el vivo recuerdo ese glorioso cuadro rojinegro de los 40’s .

El partido comenzó intenso. A los pocos minutos Honores recibió un tiro en el palo, y pronto, tuvo que apurar una salida que evitó la caída de su valla. A partir de allí, Newell’s se acomodó en el campo. Encontró en Perucca el eje que distribuyera juego asociado con los delanteros. Ponotni se erigió en el estandarte de los ataques, y al poco tiempo Canteli con un violento zapatazo convierte el primer gol del partido. Pero no, el referee Braun lo anula  por supeusto fuera de juego de Pontoni. Volver a empezar. A los 35 minutos Mario Morosano anota por fin el primero. 3 minutos más tarde Morosano nuevamente anota para Newell’s.

José Canteli arremete contra el arco rival. Bombazo para clavar el primer tanto. NO, el juez cobró fuera de juego a Pontoni que aparece caído a un costado. A Canteli ese día le anularon 2 goles.
El segundo período arrancó con una cansina reacción de la visita. (2) “Desorientados” dijeron las crónicas posteriores. Si bien pareció que se iban contra el arco de Honores, nada de eso prosperó. Newell’s fue acomodándose en el terreno nuevamente, teniendo a Perucca como dominador de toda la cancha y a Pontoni como organizador activo de los ataques. A los 23 minutos del complemento Pontoni anota el 3ro para Newell’s. Delirio en las tribunas. Pero aún quedaba más. A los 30 minutos en un entrevero en las puertas del área, el esférico se elevó y Morosano ganó en altura para anotar el cuarto gol de la tarde. (3) Llegando al final del encuentro, a los 41 minutos, Pontoni vuelve a convertir y decreta el 5 a 0 definitivo. A Canteli le anularon 2 goles esa tarde.

El aplastante resultado dejó en evidencia que el clásico se jugó “mano a mano”, sin arreglos anticipados, escribió Pascual para El Gráfico. “El clásico se disputó con total lealtad deportiva y eso destruyó falsos argumentos en los cuáles aparecía Newell’s como dispuesto a darle los puntos a su rival”, concluyó. Falsos argumentos pero a los que el señor Pascual fue veloz para subirse.

Dos semanas más tarde, el 26 de octubre, en la última fecha el Club Atlético Banfield llegó con posibilidades de permanecer en Primera División. Lo que parecía imposible cuando arrancó el torneo, fue obra exclusiva del cuadro de Arroyito. Ese último partido se iba a disputar en el estadio de Zona Sur de Buenos Aires nada menos que entre ambos equipos. Si los rosarinos empataban o ganaban permanecían en Primera. Pero si Banfield ganaba, los que descendían eran los otros. Según Ramírez este partido no tuvo “el interés ni la intensidad previstos” porque Banfield se puso en ventaja rápido, y en escasos minutos despachó al descenso a su rival.

Escribe BanfieldLocura.com: “Banfield salió decidido a ganar el pleito y lo desmostró desde el arranque, a los 6´ anotó el primero, a los 11´ el segundo y a los 13´ el tercero. ¡3 a 0 en 13 minutos!, se vivió una verdadera fiesta en el sur. El resultado final fue 4 a 2 para el Taladro y descenso para el Canalla, el primero de su historia”.

2 goles le anularon al Chengo Canteli ese 12 de octubre. Newell’s aplastó a su clásico rival en el momento que había que hacerlo. Sin piedad en nuestros corazones.

Fotos y recortes: revista El Gráfico #1162, 17 octubre 1941.

(1) Texto de Pablo Ramírez, “Fútbol. Historia del Profesionalismo“, Editorial Perfil, 1977. *
* Llamativo es que en la década del 1970, Ramírez en sus fascículos, se refiera al “caso Banfield” como al pasar. Sostuvo que la pena que aquél Club recibió, por reinsidencia en el soborno (comprobado), fue severa. Apenas le descontaron 16 puntos. El ascenso no se tocó. En 1962, el Club Atlético Newell’s Old Boys, fue protagonista de la peor injusticia en la Historia del Fútbol Argentino por un “supuesto soborno“. Cuestión que nunca fue comprobada en la justicia. Pero así todo, el Honorable Tribunal de Penas de la Asociación, fundado en un falso rumor, despojó a Newell’s de los triunfos obtenidos en la cancha. Pero esa…. esa es otra historia que contaremos en otra ocasión.

(2) Cansino, cansina, adjetivo, Que muestra o aparenta cansancio o falta de fuerzas o energías.

(3) Según J.R. Moreno en su libro dedicado a Newell’s Old Boys “Los Dueños de la Ciudad“, la omisión permanente y constante de este evento del gol con la mano genera dicusión y disputa con sectores porteños. Ellos dicen que el primer gol con la mano fue de la bordadora Vicente Zito, o que fue del charro José Manuel Moreno. Pero el de Morosano fue el primero convalidado por un árbitro y el primero en el clásico rosarino. Extracto del libro de J.R. Moreno: <<Cuando el primer Mario de nuestra galería de Maritos conquista ese tan famosísimo gol ante los otros, yo miro asombrado a mi viejo, el Gaita, y le pregunto: ¿lo hizo con la mano? Y él me dice: “calláte, carajo, a ver si lo anulan”.>>

Hágase Socio


Anuncio del Club Atlético Newell's Old Boys en el libro de Juan Dellacasa, Rosario, 1938.


AYER HOY Y SIEMPRE, Newell's Old Boys te necesita todos los días. En 1938 convocaban, en 2018 también. 80 años, el mismo pedido de cordura: "HÁGASE SOCIO".

Amigo Leproso, hacete socio, participá, debatí, juntate, armá tu espacio, formá tu agrupación. Cuantas más voces haya, el que se salva es Newell's Old Boys.

Las modas, las marcas, los esponsors se disuelven en la efímera soberbia del presente que te consumen y te arrastran al frenesí de querer adquirir algo, que en realidad es una mera fantasía de ensueño y lo único que logra es desviarte del concepto fundamental de pertenecer, que es precisamente ayudar al Club pagando la cuota social. Nos vemos en el Parque o en la calle, bienvenido Umbro... soy feliz con mis trapos y harapos Rojos y Negros.
Reseña sobre el Club Atlético Newell's Old Boys en la Revista Mundo Deportivo, Buenos Aires, 1951.

viernes, 19 de enero de 2018

NOB 1932


Newell's Old Boys 1932. Arriba: Antonio Denessise, Ezequiel Tarrío, Gerónimo Díaz, Oscar Tarrío, Alfredo Díaz, Julián Sosa y Gabriel Pezzutti (Botiquín). Abajo: Agustín Peruch, ¿Galimberti?, Ignacio González, Manuel Azurmendi y Máximo Fernández. La foto ilustrativa es muy probable que haya sido de aquél primer partido que disputaron los hermanos Tarrío para Newell's Old Boys contra Gimnasia y Esgrima de Santa Fé. Foto compartida por Newell's El Museo
Cuadrazo de los años 30. Ese año 'Newell's contrató a la pareja de zagueros integrada por los hermanos Ezequiel y Oscar Tarrío. Por ello cedió a Lecea a Independiente y a Bureu a Tiro Federal' (1). Llegaban al Parque dos auténticas figuras del fútbol, de calidad y solvencia pocas veces vistas. Surgieron en el club porteño de san lorenzo. Con la definicíon del profesionalismo en 1931, ambos jugadores tuvieron problemas con las autoridades de su Club y quedaron marginados del once titular en lo que fue el primer Torneo de Fútbol Profesional que se inició en mayo-junio de ese año. Tras 6 meses sin actividad profesional, arriban a Newell's donde el destino les tenía guardado tardes de Gloria. Los 2 hermanos disputaron los Torneos de 1932, 1933 y 1934. Newell's salió Campeón en 1933 y 1934, y obtuvo el 2do puesto en 1932. A principios de 1935 Oscar vuelve a Buenos Aires, y Ezequiel se quedó en Newell's.

En febrero y marzo de 1932 se disputaron una serie de amistosos para poner a punto al equipo. A finales de febrero Newell's programó un amistoso en el Estadio del Parque frente a River Plate que se vio suspendido en el entretiempo por el fuerte temporal ocurrido en la ciudad. Ese prmier tiempo significó la despedida de Bureu como back rojinegro luego de tantos años defendiendo la Gloriosa casaca de Newell's. Ese día los hermanos 'Tarrío no jugaron porque san lorenzo envió un telegrama diciendo que los jugadores aún le pertenecían' (2).

Arriba: Chabrolin, Landolfi, Bureu, Gerónimo Díaz, Alfredo Díaz, Ezequiel Tarrío, Julián Sosa y Gabriel Pezzutti (Botiquín). Abajo: Agustín Peruch, González, ¿Caramutti?, Azurmendi y Fernández.  Foto compartida por el Blog Newell's El Museo con fecha 29-febrero-1932, debería ser ilustrativa al amistoso frente al Club de Núñez,
Ezequiel Tarrío ya aparece junto al once titular como Auxiliar.

El 16 de marzo se sorteó el fixture, y el 24 de ese mes Newell's disputó un cotejo amistoso contra Central Córdoba donde la Lepra se impuso por 3 a 2. A finales de marzo o primeros días de abril 1932, Newell's empató 2 a 2 en otro partido de preparación contra Gimnasia y Esgrima de Santa Fé, según los registros de Oscar Ongay este fue el primer partido que los zagueros Oscar y Ezequiel Tarrío disputaron con la camiseta de Newell's Old Boys.

El 14 de agosto de 1932, por la Fecha 14 del Torneo Molinas se disputa una nueva edición del clásico de la ciudad. Newell's Old Boys visita a la escuadra cricketera en el vueltódromo.

Triunfo Leproso 3 a 0. Goles de Manuel Azurmendi a los 15' y 30', y de Ignacio González a los 65'.

Esa tarde la Lepra salió a la cancha con Geronimo Diaz; Oscar y Ezequiel Tarrío; Torres, A. Diaz, Sosa; Viller, Seghini, González, Azurmendi y Galimberti. Acompaña al once titular el Botiquín Gabriel Pezzutti.


Newell's Old Boys 1932. Equipo que le ganó 3 a 0 a bentral en Arroyito. Arriba: Alfredo Díaz, Ezequiel Tarrío, Gerónimo Díaz, Oscar Tarrío, Torres, Sosa y Gabriel Pezzutti (Botiquín). Abajo: Viller, Sghini, González, Azurmendi y Galimberti. Foto compartida por Newell's El Museo

(1) y (2) Textos extraídos del libro 'Rosario, Fútbol y Recuerdos vol I', Oscar Ongay

lunes, 15 de enero de 2018

Vicente De La Mata - Capote


Estampa de crack en el Parque, Capote De La Mata con la de Newell's
Hoy jueves 18 de octubre, a las 19 horas, en la sede del Club Atlético Central Córdoba se realizará un homenaje a don Vicente De La Mata con motivo del año centenario de su naciemiento. Gloria del Fútbol, crack rosarino, querido por todos, ídolo de multitudes. Triunfó en la Ciudad, en la Selección y en Buenos Aires. Como suele ocurrir con las figuras reconocidas del balompié, llega un día que el Parque se asoma en el horizonte y no lo dudan. Jugó poco en Newell's Old Boys, pero suficiente para ganarse el respeto de la afición rojinegra. Y la admiración por su labor de docencia y aprendizaje junto a los grandes valores del Parque como lo han sido los incansables Adolfo Celli y el Profe Ricardo Martínez Crabonell. 

Reconocimiento desde este espacio a uno de los más grandes exponentes del Fútbol Nacional, en tiempos en que los porteños estaban desesperados por recorrer el interior, billetera en mano, en busca de talentos con los cuales conseguir lauros. Quienes lo vieron jugar recuerdan la majestuosidad de su gambeta, la calidad para definir, la potencia de su remate. Baluarte de otros tiempos, enfrentado con la decandencia que se venía (en los años 1960 y 1970 había dejado de asistir a los estadios). Incondicional con sus amigos. Simple para ser mozo en su propio bar. Hábil con los pies en el fútbol, y con las manos para desempeñarse como relojero. La gramilla del Parque recuerda a una Gloria que vistió los colores rojo y negro para delirio y deleite del Pueblo Leproso.

A continuación, la vieja entrada publicada el mismísimo día del centenario del naciemiento de Capote De La Mata. Ídolo de Ídolos.

“¿Adónde va la gente? ¡A ver a don Vicente! ¿Adónde va la gente? ¡A ver a don Vicente!”

15 enero 1918 - 2018

Vicente 'capote' De La Mata, crack rosarino, 'con la de Newell's quedó en la memoria'. Ágil, rápido, gambeta, y remate poderoso. Recibía en el medio, y tenía libertad para encarar por la izquierda, por la derecha o dar el pase. Según El Gráfico 'egoísta', porque eran mucho más las veces que intentaba la jugada individual que dar el pase.

El 12 de octubre 1939 en cancha de River metió lo que por muchos años fue el mejor gol del Fútbol Argentino. Según De La Mata ese gol fue inflado por la Gente, porque 'por aquellos años todos los goles tenían algo de golazo por las características individuales de los jugadores'.

Un joven Vicente De La Mata se consagró en el Seleccionado Nacional tras el Sudamericano 1937. Ese año posó para la revista El Gráfico
'A los 18 años, lo convocaron para jugar con la Selección un Sudamericano que comenzó en diciembre y terminó en enero de 1937 (la final con Brasil se jugó el 1° de febrero 1937). De La Mata debutó en el tercer partido, un 1-0 ante Perú. “No muchos conocen el porqué de mi apodo: Capote. En el Sudamericano entré en el segundo tiempo contra Perú. En el equipo argentino actuaba Antonio Sastre, un crack sensacional. Cuando entré, se me acercó y me dijo: “Juntate conmigo que entre los dos vamos a hacer capote”. Y allí quedó grabado a fuego mi apodo”' (1).

Newell's Old Boys 1951. El 15 de Abril en cancha de racing debuta con la de Newell's Capote De La Mata. Empate 1 a 1. Arriba: Cabrera, Musimessi, Puisegur, Kasparián, Faina, Lombardo y Juan Carlos Sobrero (como Auxiliar). Abajo: Carlini, Mardizza, Fochi, De La Mata y Ortigüela. Foto extraída de Diario Leproso
En enero de 1937, mientras se desarrollaba el Sudamericano en el país, el Club Independiente de Avellaneda adquiere a Vicente De La Mata: “Me compró en 27.500 pesos. Parece poca plata, pero era mucho. Yo entonces compraba un kilo de carne con cuarenta centavos y un litro de leche con cinco. Me daban 200 pesos por mes y 150 por partido. Además, cobraba una prima de 5000 pesos anuales. Con todo eso, mantenía a una hermana casada y su hijo, y todavía me sobraba plata”. (2)

Tras quedar Aregntina y Brasil con 8 puntos, debieron jugar un partido final en el viejo estadio de san lorenzo de Avenida La Plata. En la Selección brillaba en la defensa Oscar Tarrío, quien había regresado a Buenos Aires tras salir Campeón en el Newell's 1933 y 1934. En un partido disputado y parejo a los 35' del segundo tiempo se realiza el cambio de De La Mata por Varallo. "Terminado empatado el tiempo reglamentario hubo que jugar dos tiempos de quince minutos cada uno y a los 3' del primero de ellos, De La Mata recogió un rechazo de Jahu y sin pararla dirigió un potente 'shot' que Jurandyr no pudo interceptar y las tribunas explotaron en una ovación que nunca terminaba". (3)

Campeones Sudamericano 1945. Tucho Méndez, Rinaldo Martino, Ángel Labruna y Capote De La Mata. Con la Selección De La Mata apenas jugó 13 partidos, pero obtuvo 3 Sudamericanos. Foto de revista El Gráfico
"Cuando el mismo 'crack' rosarino, a los 7' recibió un pase de Bernabé y luego de eludir a Carnera, colocó la pelota lejos del alcance del arquero brasileño, ya la locura colectiva era el apoteosis. Partido terminado 2 a 0". "Lo que me llamó la atención es que el 'gallego' (así le decían a Capote) declaró luego que él no estaba muy conforme, porque lo que él quería era haber jugado todo el partido". (4)
"El sudamericano de fútbol ganado por nuestra selección (febrero 1937) dejó una utilidad líquida de $78000. A los héroes que conquistaron la 'Copa América' se los premió con $1000 a cada uno" [...] cifra sideral, "si consideramos que el obrero ganaba $150 promedio por mes". (5)

Newell's Old Boys 1951, previo al triunfo 1 a 0 frente a san lorenzo en el Parque. De izquierda a derecha: Chapita Marassi (Auxiliar), Vicente De la Mata como auxiliar, Peloso, Musimessi, Contini, Faina, Bustos, Fochi, Belén, Puisegur, Montaño, Ortigüela, Salvador Alonso (Masajista), Kasparián, Ricardo Martínez Carbonell (Entrenador) y Kinesiólogo. Foto extraída de Newell's El Museo
Triunfó en la Selección, Buenos Aires, y llegó al Parque para culminar su gran carrera como futbolista. Cumplió 23 partidos en NOB entre 1951 y 1952 en momentos complicados cuando la experiencia era fundamental para apuntalar a un equipo desmembrado en 1950. Una serie de lesiones comenzó a alejarlo de los partidos, pero aún así el archivo fotográfico lo muestra en un trabajo activo como Auxiliar, casi formando dupla junto al Profe Martínez Carbonell en 1951.

Estando en la ciudad el regreso era inminente. Capote volvió a su querido Central Córdoba en 1953. Y en 1955 tuvo participaciones en el cordobés Club Deportivo Atlético Social y Biblioteca Leones. En los torneos regionales incursionó como jugador, entrenador y masajista del azulgrana hasta 1958. Entre 1960 y 1963 fue entrenador de Central Córdoba. 

Amplias dotes como relojero, una vez retirado del Fútbol comenzó a espaciar su asistencia a los campos de Fútbol, porque cada vez criticaba más las formas de juego. En 1979 decía: “No voy más a las canchas. Se juega mal y no me quiero amargar. Antes, la gran diferencia estaba en que todos eran inteligentes para jugar; hoy no. Corren y la tiran larga. Salvo algunos, como Bochini, Alonso y Maradona”. (6)


Newell's Old Boys 1951, Arriba: Roberto Puissegur, Orlando Peloso, Ubaldo Faina, Julio Elías Musimessi, Francisco Lombardo, Salvador Alonso (Masajista), Ares Kasparian y Ricardo Martínez Carbonell (Entrenador).
Abajo: Lisandro Otta, Elio Montaño, Alberto Fochi, Vicente De La Mata, Marcelo Ortigüela y cortado aparece Marassi (Auxiliar). Foto extraída de Newell's El Museo
En el año 2000, Vicente hijo abrió su corazón y habló de su padre en el diario Olé: “Mi papá fue ídolo de ídolos. Con mi hermana íbamos a la cancha y teníamos que caminar detrás de los hinchas que lo querían ver“. (7)

Abrumado por sus días de fumador, su cuerpo dijo basta el 4 de agosto de 1980 en Rosario.

LAS GLORIAS DEL FÚTBOL JUEGAN EN EL PARQUE, CON LA DE NEWELL'S OLD BOYS - LA HINCHADA TE SALUDA CAPOTE

“¿Adónde va la gente? ¡A ver a don Vicente! ¿Adónde va la gente? ¡A ver a don Vicente!”

(1) Texto extraído de la revista El Gráfico
(2) Texto extraído de la revista El Gráfico
(3) Texto extraído de "Rosario Fútbol y Recuerdos vol I" de Oscar Ongay
(4) Texto extraído de "Rosario Fútbol y Recuerdos vol I" de Oscar Ongay
(5) Texto extraído de "Rosario Fútbol y Recuerdos vol I" de Oscar Ongay
(6) Texto extraído de la revista El Gráfico
(7) Texto extraído del sitio web xenen.com.ar


Central Córdoba 1935. Un joven Vicente De La Mata abajo junto al botiquín del charrúa, compartiendo equipo junto al crack Gabino Sosa. Fue el propio Sosa quien exigió a los dirigentes charrúas que subieran a primera a aquél pibe que gambeteaba y hacía estragos en la delantera de la reserva.

Newell's Old Boys 1951 en el estadio de Atlanta. Arriba: Vicente De La Mata como Auxiliar, Peloso, Musimessi, Bustos, Faina, Kasparián, Ricardo Martínez Carbonell (Entrenador) y Puisegur. Abajo: Chapita Marassi (Auxiliar), Ráccaro, Mardizza, Fochi, Montaño y Ortigüela. Foto extraída del blog Historia Del Más Popular, Colaboración a color.
Selección Argentina Campeón del Sudamericano 1946. Previo al triunfo frente a Brasil por 2 a 0 en el último partido. Arriba: Guillermo Stábile (Entrenador), Capote De la Mata, Méndez, Pedenera, Labruna, Loustau y Chichilo Solá (Kinesiólogo). Abajo: Salomón, Juan Carlos Sobrero (formidable back de Newell's Old Boys), Fonda, Strembel, Vacca y Pescia.



jueves, 4 de enero de 2018

Isaac Newell - Pionero del Fútbol



Da risa como la 'Asociación del Fútbol Rosarino' y demás entidades y personalidades ligadas a la 'Historia Oficial' elevan a lo más alto libros como el publicado por Cipriano Roldán en la década de 1950. Más allá de las omisiones y desinformación que ejecuta este personaje, los que HOY reescriben la Historia omiten detalles que hace muchos años atrás eran conocidos por todos los que estaban en el foot-ball.

Isaac Newell, pionero del Fútbol rosarino, y del fútbol Nacional. La Historia del Fútbol Argentino monopolizada por los unitarios intereses de Buenos Aires y su radio de '60 kilómetros' impone nombres, escuadras, personajes, torneos y olvida interesadamente lo sucedido fuera de su perímetro. El Club Atlético Newell's Old Boys representa lo que no quieren que trascienda, el único Club de Argentina que le discute la divulgación del Fútbol al señor Alexander. En la figura de Isaac Newell descansan los valores de educación, deporte, honor e hidalguía. Sin contar con apoyo ni respaldo por los contemporáneos de Buenos Aires. El Interior se subleva, pero que el llamado 'Museo del Fútbol Rosarino' niegue a Isaac, es la invitación a una Guerra que estamos dispuestos a enfrentar. 

DESPERTATE LEPROSO, LAS INVESTIGACIONES LLEVALAS VOS ADELANTE. PODRAN DURAR DÍAS, MESES O AÑOS, PERO HACELAS VOS. NO DEJES QUE TE MIENTAN NI QUE CONDICIONEN TU PENSAMIENTO.

Compartimos un extracto del libro 'Anales del Fútbol Rosarino' de Cipriano Roldán, 1959. Se lee claramente el concpeto que 'los que estaban en el fútbol' tenían de Isaac Newell antes de la década del 1960. PIONERO, recuerden: no es inventor, es quien realiza los primeros trabajos en una actividad determinada. Y en Rosario fue Isaac quien divulgó el fútbol con balón de cuero y las reglas de la Asociación Inglesa 1886 en su Escuela, el Colegio Comercial Anglo Argentino, cuna del Club Atlético Newell's Old Boys de Rosario.