miércoles, 29 de mayo de 2019

En las costas dónde "desembarcan los enemigos de Buenos Aires"


Don Isaac Newell, allá por el 1907. GRACIAS JUAN CRUZ MOSCHETTI POR COMPARTIR ESTE RECUERDO CON "CUNA DE ASES".
Travesía sonora Historia de Newell's Old Boys, Capítulo 1:


https://www.youtube.com/watch?v=54f_wPU27es

Desde Cuna de Ases venimos mostrando distintas páginas, de los más variados autores, dedicadas a evocar los inicios del fútbol en Argentina. Hermosas añoranzas llenan infinidad de fascículos, libros, enciclopedias, revistas. En los textos de ensueño, lo que nos cuentan y describen, son los sucesos del deporte en la ciudad de Buenos Aires. Cuando el discurso se torna insostenible, las primeras referencias son hacia don Isaac Newell y su Colegio Comercial Anglo Argentino, que fundara en 1884 junto a su esposa Anna Margaretha Jochimsen. Efímera referencia quizás, quizás no, por cierto, que es efímera. Y ya no por defender o reivindicar la obra de don Newell, porque ni siquiera los hermanos Le Bas ni los hermanos Jewell obtienen una llamada, un recuadro, o, aunque sea un pie de página. Nada. El desgaste literario se limita a manifestar que ya todos conocen la importancia del fútbol rosarino. No serán ellos quienes aporten elementos para elaborar una visión federal de los inicios del fútbol en estas tierras, visión que supere los límites porteños.

Es curioso que todos, incluyendo el Libro de Oro de la A.F.A., cuando titulan "El Fútbol en el Interior" comiencen a relatar la travesía de un buque extranjero que remontó Paraná arriba hasta adentrarse en Corrientes. En aquella ciudad, los tripulantes de dicho barco, disputaron un partido de fútbol contra los alumnos de una escuela. Otros distinguen el nombramiento de Mr. Reeve, graduado de la Universidad de Cambridge, para que desarrolle en 1888 enseñanzas en cultura física (gimnasia y deportes, entre ellos también fútbol). Sí, así como lo leés, según el discurso oficial esos escasos y dispersos registros representan los inicios del fútbol en el Interior.

La ventaja de la Ciudad de Rosario siempre ha sido su puerto. Hacia el año 1888 en Rosario, no vamos a decir que el fútbol abrigaba a las masas, pero se encontraba en etapas más avanzadas que el resto del Interior. De hecho, en el transcurso de aquel año, Isaac Newell introduce el reglamento de la IFAB (International Football Association Board) en su escuela (1), convirtiéndose en pionero del Fútbol Nacional.

Como decíamos, aquellas páginas evocativas del fútbol cuentan un relato agradable, casi heroico. El principal problema con ese discurso es que se aleja de la realidad. Ellos dirán que simplifican (economizan papel y tinta en algo que la mayoría ya conoce). El fútbol no es una burbuja, es una práctica social. Y si a lo social nos remitimos, debemos contextualizarlo en el ámbito de 1800; contextualizarlo en el ámbito de la Construcción Nacional, período que está plagado de miserias y crímenes atroces olvidados adrede por los vencedores.


Épico detalle, acribillar los muros de las Escuelas. Insólito.
Otro dato importante es que don Isaac Newell desembarca en el puerto de Rosario en 1869, precisamente para ser testigo de la última etapa del suceso más nefasto y repudiable como fue la Guerra contra el Paraguay (3 naciones, Argentina, Brasil y Uruguay, formaron la Triple Alianza con el objetivo de exterminar el Paraguay). Estudiar el 1er y 2do Censo Nacional o el primer Censo de la Provincia de Santa Fé, es importante. Claro que sí. Muy importante. Pero es escaso para comprender a los inmigrantes, sus motivaciones, su construcción social, sus trabajos. Escasos aquellos números para comprender el país que desconocía el fútbol. Apenas es un puntapié para pensar y reflexionar, porqué será que el discurso oficial elige omitir al fútbol rosarino. Incluso las páginas que se escriben y publican hoy, deciden ignorar (2).

El olvido porteño, unitario, es sistemático. Extracto del artículo El Fratricidio de A. J. Pérez Amuchástegui para "Crónica Histórica Argentina", Editorial Codex. 
"... si queremos tener conciencia de la realidad argentina es preciso adentrarnos en ella, aunque sintamos el escozor del falso patriotismo que, desde la escuela primaria, han pretendido inculcarnos sobre la base de la necesaria perfección de todo lo argentino. El patriotismo no se fundamenta en frases altisonantes; es patriota aquel que aspira sin engaños al bienestar de su tierra natal. Y para ello debe comenzar por no autoengañarse respecto de las tradiciones nacionales contenidas en su pasado histórico, porque ellas forman parte constitutiva de la realidad del presente, sobre la cual debemos actuar con responsabilidad para armar, así, sobre bases sólidas, el futuro argentino. Esta reflexión es oportuna si hemos de ocuparnos de la tragedia que envolvió a la América del Sur entre 1865 - 1870, pues no faltan quienes suponen todavía que por formar buenos ciudadanos es preciso inculcarles como verdad dogmática una feliz historia preñada de grandezas". (3) Magistral Amuchástegui, una Historia que construye su presente desde el pasado heroico, idéntico al relato del discurso oficial del Fútbol Argentino.

Pasaje del Arroyo San Joaquín, Provincia de Corrientes, del célebre pintor argentino Cándido López [1840-1902].
Para comprender la Argentina a la que arribó Isaac Newell en 1869, veamos las consideraciones de ciertos personajes para con la Ciudad de Rosario y la provincia: "Sobre Santa Fé tengo algo muy grave que proponerle. Desde 1812 este pedazo de territorio sublevado es el azote de Buenos Aires. Sus campañas desoladas por sus vándalos; su comercio destruido por sus contrabandistas, que improvisan ciudades para dañarlo. Sus costas están siempre francas para desembarco de los enemigos de Buenos Aires: sus expatriados tienen allí su asilo. Buenos Aires recobra su antiguo dominio y jurisdicción; el Rosario será gobernado por sus jueces de paz como San Nicolás; su aduana será sucursal de la de Buenos Aires. El Congreso para pedirlo, dará garantía de que Buenos Aires no será dañado desde allí en adelante. Puede darse a Córdoba Santa Fé, como frente fluvial y resguardo de sus campos de pastoreo, tomando el Carcarañá por línea divisoria. ¿Quién se quejaría de ello?" (4)

Siempre buscando camorra. Así eran las caricaturas de la época sobre Domingo Faustino Sarmiento. El triunfo de los porteños en la Batalla de Pavón, septiembre 1861, lo transformó en un ser insoportable Extraída de Antonio Jorge Pérez Amuchástegui; en "Crónica Histórica Argentina", Editorial Codex S.A., mayo 1969.

"Crónica Histórica Argentina". (5)
Cualquier referencia que intente condenar a los unitarios es realizada en son de desvirtuar los heroicos pensamientos libres de personalidades idílicas (6), mensajeras de la Humanidad, envestidas en la Honorable misión de "restablecer en toda la República el predominio de la clase culta, anulando el levantamiento de las masas". (7)

Los perpetradores el discurso oficial  repiten una y otra vez las tergiversaciones orquestadas por la prensa porteña de la época. En sus elaboradas listas de personalidades, son ellos los que deciden a quiénes glorificar y a quiénes despreciar; unos serán justificados, y los otros, bueno, los otros, responderán por sus excesos y además cargarán con las atrocidades que cometieron las otras gentes.

Vendedor de pasquines. Desde los diarios La Nación y La Tribuna los porteños desplegaron sus odios y rencores hacia todo aquello que no fuera porteño o que no estuviera doblegado a sus intereses. El triunfo de la Batalla de Pavón utilizado de manera vengativa para exterminar a la Patria Grande. Foto Archivo General de la Nación.
Urquiza huyó, y en el mes de octubre de 1861, a un mes de la Batalla de Pavón, "se había quitado la máscara" según escribió el Presidente Santiago Derqui desde Santa Fé a Juan Saá, delegando en su persona el mando supremo del ejército, para enfrentar una posible revolución conducida por Urquiza en Paraná contra las autoridades nacionales. Urquiza ya se encontraba manteniendo "relaciones clandestinas con el enemigo, se comunican por medio de vapores de guerra del enemigo que vienen al Diamante con bandera del parlamento" escribió Derqui.

"La Constitución de 1853 (en la que Buenos Aires no participó) había declarado abolidas para siempre, por el artículo 18°, las ejecuciones a lanza y cuchillo. Pero más tarde, en virtud de las reformas auspiciadas por los porteños, en el texto constitucional de 1860 fue suprimido ese repugnante recuerdo de una época pérfida ya enteramente superada... Sin embargo, cuando la clase culta asumió la dirección de la República Argentina, las ejecuciones a lanza y cuchillo volvieron a estar a la orden del día a pesar de la declarada superación". (8)

La Batalla de Pavón significó la desgracia para todos aquellos que no fueran porteños. "Lanza y cuchillo" fogoneado por Sarmiento, justificado por la prensa porteña. Una clase culta que viene a reemplazar a las masas criollas o gauchas, con lo mejor de Europa. Educación enciclopedista que solo busca incorporar conocimiento vacío e irrelevante para la vida corriente. La clase culta porteña, vengativa y sin escrúpulos, degollaba para economizar balas. Los hechos se desbordaron, el vocero de San Juan, el primer porteño a ultranza, escribía a Mitre: "No trate de economizar sangre de gauchos. Este es un abono que es preciso hacer útil al país. La sangre es lo único que tienen de seres humanos". (4)

"El proceso de europeización demográfica podía realizarse a través de una integración de las masas campesinas con el alud inmigratorio, o bien mediante el reemplazo de la población asentada en los campos por otra que ofreciera mayores garantías de eficiencia para la explotación agrícola inmediata, e incluso para el todavía neblinoso y futurible desarrollo industrial". (5)

Siempre en tropelías. Bartolomé Mitre, de espaldas, y Domingo Faustino Sarmiento. Caricatura de época, extraída de Antonio Jorge Pérez Amuchástegui; en "Crónica Histórica Argentina", Editorial Codex S.A., mayo 1969.
Si Bartolomé Mitre tuvo buenas intenciones o aspiraba a la integración, fue apenas en discursos. Prevaleció la línea dura de San Juan, promovida por Domingo F. Sarmiento, que pensaba que "si para hacer realidad el dominio político de la clase culta era preciso eliminar la chusma, no había nada que discutir. Para ellos, los malos elementos comprometían demasiado la salud de lo que se quería salvar. Fuerzas ideológicas y presiones políticas radicales impusieron la línea dura de la eliminación masiva del paisanaje. El primer pretexto fue la represión pacificadora; luego los reclutamientos forzosos para la Guerra contra el Paraguay; por último, los contingentes de vagos y malentretenidos condenados a morir en la frontera. Para los doctrinarios del liberalismo [los unitarios], trabajo, genio, ideal digno de vida y población útil eran valores extraños a la pampa bárbara. Era preciso, indispensable, poblar el país con gente nueva familiarizada con la agricultura, la técnica, la ciencia, el progreso. No era del caso buscar adecuaciones: se imponía el reemplazo liso y llano de la población argentina. Sarmiento dio la voz de mando destinada a facilitar ese reemplazo demográfico. <<Si mata gente, cállese la boca. Son animales bípedos de tan perversa condición que no sé lo que se obtenga con tratarlos mejor>>". (5)

Caricatura de El Mosquito, sobre la nariz de Bartolomé Mitre brindan y se regocijan Adolfo Alsina, Nicolás Avellaneda y Domingo F. Sarmiento.  Perpetuar la colonia argentina, moldear de manera unitaria a los jóvenes que llegaban a los Colegios Nacionales, reemplazar la población con lo mejor de Europa. Esbozos de aquella época. Las políticas y formas de los vencedores de Pavón. La Argentina a la que llegó Isaac Newell en 1869.
A los florecientes Colegios Nacionales llegaron los jóvenes selectos de las provincias. Allí, además de ser cooptados por los porteños, la doctrina Sarmiento sería esencial para divulgar la civilización al resto del país. Esta manera de moldear al piberío del Interior conduce a encontrar unitarios diseminados por el territorio nacional. La alambrada, luego el tendido ferroviario, la lucha comercial y financiera, las intrigas y las traiciones, el soborno como sistema, la agricultura y ganadería como únicas actividades con las cuales cargar los ferrocarriles que viajan al puerto, la adulación a ingenieros extranjeros (muchos de ellos agentes del Foreign Office británico - Ministerio de Relaciones Exteriores del gobierno británico) .... estas son algunas particularidades que la clase culta impartió desde su gobierno una vez que llegó al poder.

William Wheelwright 1798-1873. Uno de los operadores del Foreign Office británico más reconocidos por estas tierras. El señor Wheelwright accedió de manera insólita a licencias y títulos para adjudicarse la obra del tendido ferroviario Rosario-Córdoba, sin siquiera haber participado en el proyecto original y sin siquiera invertir $1 m.n. (un peso moneda nacional). La Compañía railroader "Central Argentine Railway" doblegó no solo a la Nación, sino que desplazó a los criollos dueños legítimos de las tierras aledañas a las vías a tender desde Rosario a Córdoba. De esa manera, vil y cobarde, los amigos de Inglaterra se quedaron con las mejores tierras de la región pampeana pagando cifras irrisorias (irrisorias, por lo bajísimo de las adjudicaciones). El señor Wheelwright recibió en Rosario al joven Isaac Newell en 1869. Le ofreció trabajo como telegrafista. Trabajo exclusivo para extranjeros de la madre patria sajona. Entre 1869 y 1884, algo de la pestilencia local despertó las ansias educativas de Isaac Newell. Algo tiene que haber visto, y actuó en consecuencia. Para mejorar, o intentar mejorar, la vida de los criollos y nativos argentinos, esto es, el Colegio Comercial Anglo Argentino. Piedra fundamental del querido y viejo Club Atlético Newell's Old Boys.
En Rosario, el Club Atlético Newell's Old Boys representa aquello que los porteños no quieren recordar: que sus escuelas de Fútbol, fracasaron. Todas ellas fueron dejando la práctica del Fútbol. Dejaron de competir en los Torneos. Y tantas otras se volcaron a la práctica de Rugby.  En la actual Primera División de AFA, Newell's Old Boys, es el único Club que nace siendo Escuela en el despertar del Football Association. Las Escuelas porteñas no pudieron hacer frente al fútbol criollo, o acaso no toleraron que argentinos sean los encargados de llevar adelante la organización de las Asociaciones. La destreza inglesa de aquellos días de elevar el balón por los cielos trazando parábolas imposibles sucumbió ante la gambeta, la embestida frontal, y el amor propio de ir, ir, y volver a ir, siempre para adelante.

Extracto del Libro centenario de la AFA, "Cien Años con el Fútbol". Primer referencia al fútbol del Interior destaca a don Isaac Newell. Mal escrito como suele ser la costumbre porteña. Desconociendo que Isaac llegó al puerto de Rosario en 1869, pero ¿realmente podemos pedir que en Buenos Aires estudien a Isaac Newell y su labor en difundir el deporte fuera del radio de los 60 kilómetros? En 2019 se empieza a aceptar el radio de 80 kilómetros, década a década van corriendo la frontera para que no sea taan paupérrimo el encierro.
Isaac Newell y Alexander Watson Hutton. Desde Gran Bretaña ambos educadores llegaron a la Argentina para instalar sus establecimientos educativos. En ambos colegios el Football Association, bajo normativas de la IFAB, fue divulgado en simultáneo en Rosario y Buenos Aires. La gran diferencia es que el Colegio Comercial Anglo Argentino no era exclusivo para la comunidad británica afincada en el país. A la Escuela de don Isaac Newell llegaron pibes santafesinos de todos los rincones de Rosario y la provincia de Santa Fé. Los Colegios Comerciales brindaban oportunidades de ingreso a las Universidades, y herramientas para que los jóvenes accedieran rápidamente a trabajos profesionales, y no oficios. En el despertar de un país es siempre más sencillo promover ideas... con el tiempo, la doctrina Sarmiento fue acaparando la totalidad de los programas de estudio, hasta llegar a la pauperización masiva en la que nos encontramos en el otoño 2019.
Ambos educadores desde sus establecimientos educativos promovieron la destreza física divulgando un deporte que en el año 1884 aún no estaba unificado en sus reglas. Los esbozos del bar de Londres no fueron masivos. Aún proliferaban reglas de ciertas Universidades. Ya en 1886 la IFAB establece la separación definitiva con el rugby. El Football Association comienza su marcha moderna. Primero con los ingleses y sus hijos, luego los criollos desplazan el monopolio extranjero, y ahí sí, el camino conduce a destinos opuestos.

Adolfo Celli y Florindo Bearzotti junto a busto de don Isaac Newell, en la vieja sede social del Club Atlético Newell's Old Boys durante los años 1940. En todas las épocas a Newell's llegaron Maestros. Foto Asociación Rosarina de Fútbol.
El Club Atlético Newell's Old Boys fue fundado por argentinos. Claudio Newell, Faustino González, Wallace Wheeler, José Viale, Armando Ginocchio, Víctor Heitz, Guillermo Moore, son algunos de los pibes santafesinos que llegaron a la Escuela de Isaac desde la ciudad de Rosario, las localidades de Las Rosas, Venado Tuerto, Gálvez... desde todos los rincones de la provincia llegaban jóvenes a concluir los estudios en el Colegio Comercial Anglo Argentino. Aquellos pibes fueron enredándose en esto del Fútbol. El Football Association, bajo reglamentación de la IFAB, se divulga en el país en las escuelas. Los directores mantenían correspondencia con la madre patria sajona, algunos informes y diarios llegaban en barco. Era la comunidad británica local, con sus círculos y cofradías colaboracionistas, la encargada de divulgar las buenas nuevas entre sus miembros. La comunidad británica en Argentina siempre fue reducida en número, pero hábil y poderosa para introducirse en los ámbitos selectos de influencia local.

Por eso, no es casual que, desde la Asociación Porteña de Fútbol, la futura Asociación del Fútbol Argentino, siempre Newell's Old Boys fue desprestigiado o incluso perseguido. Pues es el Club argentino que mejor supo adquirir las enseñanzas británicas en pos de la educación y el deporte, con el ambicioso objetivo de fortalecer y mejorar la vida de los criollos y nativos argentinos.

Club Atlético Newell's School allá por el 1903. Campo de deportes de la Escuela. Convivió durante un tiempo con el Club Atlético Newell's Old Boys, los alumnos de la Escuela seguían practicando Fútbol, y compitiendo en representación del establecimiento educativo. Como bien indican sus nombres: escuela, uno, ex-alumnos, el otro.
SLAUD A TODOS LOS ALUMNOS Y EX ALUMNOS DE ISAAC NEWELL
GLORIA Y HONOR A LOS SOCIOS FUNDADORES DEL QUERIDO NEWELL'S OLD BOYS, 3 NOVIEMBRE 1903, cdad ROSARIO, pcia SANTA FÉ, ARGENTINA.

Travesía sonora Historia de Newell's Old Boys, Capítulo 1:
https://www.youtube.com/watch?v=54f_wPU27es

(1) El conjunto de reglas de Fútbol más antiguas conocidas, son las que escribió, en 1833, John Hope para su Foot-Ball Club, el Club exclusivo de Fútbol más antiguo del que se tiene conocimiento. En 1848 la Universidad de Cambridge llegó a establecer otro conjunto de reglas, a las que adhirieron varias Universidades inglesas. En 1857 quedó establecido el Sheffield Foot Ball Club, desde donde surgió otro conjunto de reglas aceptado por las Universidades del Norte Británico. En 1863, los principales actores del Fútbol de Londres, establecen una serie de reuniones donde pretenden esbozar Las Reglas del Fútbol; hartos de verse obligados a adherir a las pretensiones universitarias (el único de los Clubes de aquellas legendarias reuniones que sobrevive practicando Fútbol es el Civil Service Football Club, que lo hace en la Liga Amateur del Sur). Estos conjuntos de reglas siguieron conviviendo entre sí, o incluso mezclándose, según la competencia, el partido, o quien prevalecía imponiendo la localía, o sea, las reglas a las que debían atenerse los contrincantes. Recién en 1886, con la primer reunión de la IFAB (International Football Association Board, http://www.theifab.com/history/ifab), el conflicto con las reglas pareció quedar atrás. A partir de las reglas elaboradas y difundidas por esta Junta internacional, el Fútbol quedó definitivamente separado del Rugby. La difusión y práctica del Fútbol bajo este conjunto de reglas, novedosas, fue lo que convirtió al Colegio Comercial Anglo Argentino de don Isaac Newell, en pionero del Fútbol.
En este punto se encuentran las investigaciones de CUNA DE ASES, hoy, otoño 2019. En el caso de dar con datos fehacientes que hagan modificar este punto, con gusto lo modificaremos, y actualizaremos todos los registros de CUNA DE ASES.

(2) Ignorar, verbo transitivo, No hacer caso de una cosa o fingir no tener conocimiento de ella. Fingir, ingresar una llamadita en la página 500, es lo mismo. Año 2018 se siguen publicando libros que vienen a ser bandera de revisionistas, reescritoes de la Historia o la clase culta del Fútbol Argentino, todos coinciden y son categóricos en las omisiones... prescinden, olvidan, se desentienden.

(3) Texto extraído del artículo El Fraticidio, sección Más Allá de la Crónica, autor Antonio Jorge Pérez Amuchástegui; en "Crónica Histórica Argentina", Editorial Codex S.A., mayo 1969.

(4) Extracto de la carta enviada a Bartolomé Mitre de puño y letra de Domingo F. Sarmiento. Fechada 20 septiembre 1861, 3 días después de la Batalla de Pavón.

(5) Texto extraído del artículo La Clase Culta, sección Más Allá de la Crónica, autor Antonio Jorge Pérez Amuchástegui; en "Crónica Histórica Argentina", Editorial Codex S.A., mayo 1969.

(6) Idilio, adjetivo, Que es utópico o excesivamente idealizado.

(7) Tras la Batalla de Pavón Bartolomé Mitre se vio "arrollado por la avalancha ideológica del porteñismo a ultranza. Personero de esa ideología victoriosa y resuelta a fabricar un país al margen de la realidad histórica, fue Domingo F. Sarmiento, quien de inmediato fijó la línea política que debía seguirse sin hesitación. Hay dos cartas sucesivas de Sarmiento a Mitre, escritas el 20 y el 24 de septiembre [de 1861], cuando la victoria de Pavón estaba a punto de consolidarse, que definen con aterradora claridad su pensamiento de que a Mitre le correspondía la gloria de restablecer en toda la República el predominio de la clase culta, anulando el levantamiento de masas. Extracto del artículo La Clase Culta, sección Más Allá de la Crónica, autor Antonio Jorge Pérez Amuchástegui; en "Crónica Histórica Argentina", Editorial Codex S.A., mayo 1969.

(8) Texto extraído del artículo La Clase Culta, sección Más Allá de la Crónica, autor Antonio Jorge Pérez Amuchástegui; en "Crónica Histórica Argentina", Editorial Codex S.A., mayo 1969.


Fuentes:  "Cien Años Con El Fútbol", A.F.A., Manrique Zago Ediciones, 1993
               Antonio Jorge Pérez Amuchástegui; "Crónica Histórica Argentina", Historia en 5 volúmenes, Editorial Codex S.A., mayo 1969.
               "La Vida y los Trabajos Industriales de William Wheeleright en la América del Sud", Juan Bautista Alberdi, Librería De Garnier Hermanos, París, 1876.
               "Historia de los Ferrocarriles Argentinos", Raúl Scalabrini Ortiz, Editorial Devenir, Buenos Aires, 1958, 2da Edición.
               "115° Aniversario", Club Atlético Newell's Old Boys Departamento de Cultura, Rosario, 3 de noviembre 2018.
               Historia Del Más Popular
               El Rojinegro
               Pionero del Fútbol
               Alma Leprosa en San Miguel 
               Revistas El Gráfico
               Revistas Mundo Deportivo
               "Historia del Fútbol Argentino", Editorial Eiffel, Buenos Aires, 1958, 2da Edición.
               "El Fútbol Argentino", Alfonso Rey, Ediciones Nogal, Buenos Aires, 1947.
                Compendio de notas personales "Anales del Fútbol Rosarino", Cipriano Roldán, Diario La Tribuna, Rosario, 1958-1959.
                "Puntapié Penal", Juan Dellacasa, Rosario, 1938.


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